La ley de Dios.
"La única ley que hay es la de Dios pero el hombre adapta lo que le conviene a sus intereses para hacer de la justicia y del poder una herramienta para su interés, dándole sentido legal.
No penséis que eso es la ley, Dios juzga con el tiempo a las personas, es su verdadera acepción, la oportunidad que se les dio.
Vosotros seguid la ley de Dios que está en vuestro corazón y no os perderéis."