Ayudar a los demas
"El grado de evolución del Espíritu, es el que realmente marca el desarrollo de toda la vivencia que se tenga.
Cuando uno está muy apegado a lo material, el espíritu tiene un grado de conocimiento muy bajito, y le queda mucho recorrido todavía;
No hay que juzgar esa situación, si no facilitarles su evolución todo lo que podamos, pues bastante tiene cada espíritu con luchar por lo que le ha tocado.
El grado de evolución de cada espíritu, hace que valore más lo que está cercano a lo material o a lo espiritual, y no está en nuestra mano el juzgar la decisión de cada individuo.
Yo entiendo que hay determinadas situaciones muy difíciles, y podemos pensar que la respuesta es desproporcionada, que ni siquiera aprenden nada de esas experiencias tan duras, pero a pesar de que no estemos de acuerdo con sus elecciones si podemos ayudarles.
Hemos de hacerlo, si nos piden una mano hay que echársela, si nos llaman a la puerta abrirsela... porque si no hacemos eso estamos haciendo lo mismo que ellos, y tampoco nuestro espíritu aprende ni evoluciona.
Las decepciones que te llevas forman parte de lo que es la vida.
Nuestra obligación es ofrecer todo lo que tenemos, nuestro pequeño conocimiento, nuestro tiempo, nuestro cariño, nuestra compañía...
a veces nos sentiremos mal pagados, porque no lo reconocerán, pero nos debe dar igual puesto que eso también es caridad, en eso está nuestro crecimiento y el de ellos estaría saber valorarlo, pero esa parte ya no nos compete.
Solamente hemos de preocuparnos por lo que podemos hacer cada uno de nosotros.
Lo que hagan los demás es muy complicado, el poder moderarlo.
Sí ya a veces es complicado el organizarnos a nosotros mismos, el intentar hacerlo con los demás es mucho peor, aunque sea para hacer un bien.
En el crecimiento individual está el poder manejar estos sentimientos, de tal modo que aquello que nos hace sentirnos mal lo orientemos a hacer el bien a los demás y esa opción nos repercutirá a nosotros mismos multiplicada varias veces.
Todos tenemos ejemplos: si tú ayudas te ayudan.
Cada uno ayuda en la medida de sus posibilidades.
Cuantas más posibilidades tengamos, cuanto más alto estemos, cuanto más fuerte seamos moralmente mayores posibilidades de ayudar tenemos, y en eso es en lo que tenemos que trabajar, en crecer moralmente y ayudar a los demás en lo que podamos.
Tú le das de comer al que tiene hambre, sí esa comida que le das no la quiere no puedes hacer nada
Y nos referimos al alimento del alma.
Un espíritu alto lo reconoces cuando todas sus ideas las plasma hacia la bondad e intenta que los demás hagan el bien
Un espíritu alto intenta ver todo el tiempo las cosas buenas que ocurren, y de lo malo, intenta hacer cosas buenas y siempre ayudando a los demás."