¿Por qué preferir el bien?

"El mal es la ausencia de amor, y el amor la semilla que todos llevamos dentro, porque el Creador nos la puso dentro, a fin de que la cultiváramos y la desarrolláramos.

Aunque algunos parezcan encontrarse bien practicando la maldad en cualquiera de sus formas, no es la naturaleza humana.

Podemos elegir entre ambos el bien y el mal, pero no tendremos ningún tipo de satisfacción verdadera al practicar el mal.

Hablo de felicidad, de sentirse bien, de una elevación espiritual que proporcionan paz interior, serenidad, alegría... ¿creen de verdad que quiénes están rodeados de odio, envidia, placeres mundanos, son felices?

Creedme, ni allí ni aquí.

No confundáis la la felicidad con los placeres momentáneos,

Quien obtiene mediante el mal solo placer, no la felicidad, está abocado, ya en su vida en la Tierra, y aquí, a infelicidad, amargura y soledad…

Algunos espíritus irreducibles tratan de convencerse de que ese odio interno, esa propensión al mal, esa saña respecto a sus semejantes, les proporciona respeto, consideración de los demás, grandes cosas materiales con las que crean envidias…

Pobre de ellos…

No sólo serán desgraciados allí, sino ¿Qué harán aquí cuando de nada les valga sus bravuconadas, no intimiden sino a otros como ellos, vean elevarse a los que maltrataban, mientras que ellos se ven rodeados de una angustia plomiza de miedo desesperación, oscuridad, desprovistos de todos los lo que deseaban, repitiendo una y otra vez en su mente el mal que hicieron, arrastrándose en el mismo dolor que ellos crearon…

El odio no está en la naturaleza humana, si alguien tiene tendencia, el problema sera provocado por miasmas del pasado que arrastramos de otras vidas, o por deudas que debe superar, haciendo frente a esa tendencia.

El mal no conduce a ninguna parte, es un camino oscuro, sin salida que solo causa dolor, luchar contra nuestra naturaleza y contra Dios no ofrece nada.

Todos los daremos cuenta tarde o temprano que el dolor la angustia la amargura el miedo… es solo eso… dolor, amargura, angustia, miedo… Esa sensación, creedme es insoportable, no hay ungüento que la calme, ni puede recibir luz que la alivie.

Perseguir la felicidad, no hay ninguna dicha en el dolor, en la maldad, siempre nos volverá ampliada"