Palabras de una suicida a personas que piensan en suicidarse. (1 de 3)

Espíritu anónimo Marinel, suicida ya fallecida

"Realmente no merece la pena el suicidio, porque con la muerte del cuerpo físico no terminan los problemas.

Al final, con el suicidio crees que lo vas a arreglar todo, y lo complicas aún más.

Tu familia no se queda en paz, y les haces mucho daño, pues se preguntan si ellos podrían haber hecho algo, si ellos son los culpables, en que te han fallado, que han hecho o que no han hecho para que tú hayas llegado a ese acto…

Luego para tu familia no compensa, ni para ti mismo tampoco, y cuando vienes a este lado, te queda un tiempo de pasarlo mal, no por lo que te hacen los demás, sino por lo que te has hecho tú.

Es decir, cuándo vienes aquí vas a estar en un sitio que vas a sentir como “oscuro”, no es que te metan ahí, sino que es donde tienes que estar, y te hace reflexionar.

Las reflexiones duelen, pues te das cuenta de lo que podrías haber hecho de otro modo.

No es que esté mal ni bien, sino que lo podrías haber hecho de otro modo, te das cuenta de que realmente si lo hubieras intentado podrías no haberlo conseguido, pero ahí está la duda, no sabes cuán fuerte eres, y al final te das cuenta que no es la solución, y os lo dice un espíritu que se ha suicidado.

Me ha costado llegar aquí, he sufrido encarnada como podéis imaginar, porque es muy duro saber que vas a morir…

A mí me diagnosticaron un cáncer, y sabes que, si no haces nada para luchar contra él, que fue lo que hice yo, mueres."

(fin de la parte 1 de 3)

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Sobre las desgracias que acontecen diariamente muertes de familiares enfermedades con mucho dolor

R: “cuando no desconoce la realidad espiritual que nos va a acontecer, es muy complicado poder afrontar una realidad tan dura cómo es, por ejemplo, la pérdida de un hijo.

Esas situaciones no se producen por mero azar, ni tampoco por un capricho del destino, sino que se producen por una necesidad que tiene tanto el espíritu que lo padece cómo del espíritu de los que le rodean.

Puedes llevar una vida completamente normal, con un trabajo, una familia, y ser muy feliz, y no entendemos por qué nos ocurre esto, pero es realmente que no nos damos cuenta de que tenemos vidas anteriores,

Y cuando estemos en condiciones de entender las acciones que hemos realizado en otras existencias, a través de toda su vivencia, podremos entender el porqué de estas situaciones.

Por supuesto, para alguien que desconoce la realidad espiritual, que es la que existe, especialmente cuando no crees que haya nada más allá, será necesario de la actuación de los guías espirituales, una vez abandonemos nuestro plano encarnado, para que podamos entender, poco a poco, el porqué de la situaciones, a fin de ir interiorizando la situación y darse cuenta de que nada pasa porque sí, sino que todo está perfectamente planificado, todo tiene un porqué.

Y que. por ejemplo. la muerte desgraciada de un hijo, no el resultado de un antojo, sino de una necesidad.

Aunque no lo parezca, todo esto es para que se lleve a cabo un aprendizaje que necesitan, y que sea de forma lenta, poquito a poco, con ayuda de otros espíritus en el plano espiritual, cuando esté preparado tras pasar la primera fase de ofuscación y cuando abandona el momento de negación constante, lo que le permite estar abierto a esas posibles respuestas, y no solo a recibirla, sino a reflexionarlas, por lo que es un espíritu que está en el camino de su evolución, lo que no implica que no existan momentos en el que no vea el por qué.

Pero ya tiene momentos de claridad mental para poderlo entender.

Normalmente todo esto es consecuencia de nuestras acciones en vidas previas que provocan esta realidad."

P: ¿entonces no son reencarnaciones elegidas sino reencarnaciones para que aprendamos algo?

R: "el porcentaje de reencarnaciones elegidas es muy pequeño.

No son tantos los espíritus que pueden elegir el tipo de vida que van a llevar en la nueva existencia, esto no es habitual, aunque si hay espíritus que pueden hacerlo.

Pero no es lo más frecuente.

Casi siempre, cuando reencarnamos en una vida dura, suelen ser vidas de expiación."

Sobre el cansancio de vivir y el suicidio

De Lucía. Espíritu alto que nos ayuda con estas páginas. Medium : María

"Hoy en día hay muchas formas de ayuda médica y espiritual para todas las enfermedades. incluidas las del alma.

Desear la muerte no es el estado normal de un organismo vivo y menos el de un ser humano, qué es actualmente la cima del desarrollo espiritual y la mayor obra de la evolución en la tierra."

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PREGUNTA : ¿Podríamos considerar diferentes circunstancias por las cuales alguien busque acabar con su vida?

"Si queremos decirlo así podríamos analizarlo desde tres puntos de vista diferenciados

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Primero. - la existencia de una enfermedad real, ya sea física ya sea espiritual:

Entonces dicha enfermedad debe ser tratada con todos los medios disponibles hasta su curación o al menos su mitigación.

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Segundo. - Situación de sufrimiento terminales:

Si el hombre ha dejado de ser hombre porque la enfermedad ha terminado con todo ápice de dignidad, su vida en realidad ha terminado ya, aunque el corazón siga latiendo.

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Tercero: “cansancio” de vivir:

Es para nosotros la causa más injustificada para desear la muerte.

La vida es rica en oportunidades para disfrutar y ayudar, crecer contemplar…

No admirar la belleza de lo que nos rodea, no alimentar nuestra alma de tantas y tantas cosas que nos haría sentir bien y que podrían hacer tanto bien a los que nos rodean, el no buscar y apreciar la belleza de la vida, incluso a través de los sinsabores, de las desdichas, de los dolores, el no saber llenarse de cosas hermosas. independientemente de nuestras creencias de nuestra religión…

Ese es el verdadero pecado"